lunes, 8 de noviembre de 2010

A la vuelta de la esquina

Parece gracioso, el sentarse y ver a la gente pasar, a los niños reír mientras juegan en los columpios, y a los padres y madres enfadándose porque el niño se ha manchado la ropa cuando se ha caído al suelo. Escenas cómicas de una vida cotidiana. Sabes que poco a poco esos niños crecerán y podrán ser (en su mayoría), lo que deseen. Podrán equivocarse miles de veces hasta que aprendan a hacer las cosas, podrán vivir miles de aventuras hasta que tengan que sentar la cabeza, y aún después de eso podrán, si son lo suficientemente inteligentes como para no meterse en las metas.
Posiblemente llegue el día en el que el niño decida su futuro y por una casualidad decida ser médico, no porque ganen un pastón, sino porque de verdad disfruta con ello. Quizá puedan descubrir esa felicidad a través de hacer lo que de verdad les apasiona, sin que nada les ate, sin que nada se lo impida.

Sea quien sea, el que esté allá arriba...por favor que les ayude, porque como están las cosas sólo se hundirán más

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